Decorando habitaciones sin vistas

En las revistas de decoración siempre destacan la importancia de integrar las vistas en cada estancia, armonizando los colores y texturas del interior para que no les resten protagonismo. Pero, ¿qué ocurre cuando desde tus ventanas solo se ven los muros de los edificios vecinos, un patio de luces o si simplemente la habitación no tiene ventanas? Una situación frecuente sobre todo en pequeños apartamentos y nuevas construcciones que no te impedirá crear espacios acogedores si usas estos pequeños trucos
• Recrea la sensación de un ventanal colocando estores con fotos: en blanco y negro recreando la vista aérea de una gran ciudad, paneles verticales que forman un mural, un gran motivo floral en un solo tono. Las opciones son infinitas.
• Pinta las paredes de colores suaves: un tono blanco roto o un arena suave en una pintura ligeramente satinada dará sensación de espacio y servirá de marco al resto de la decoración.
• Monta una galería en una pared: elige láminas enmarcadas de buen tamaño, de colores suaves, para que creen puntos en los que la mirada pueda descansar como lo haría en un relajante paisaje.
• Haz buen uso de los espejos: busca un espejo de tamaño mediano, con un marco delicado o elige un cristal ligeramente tintado para conseguir un ambiente cálido e íntimo.
• Evita la acumulación de objetos: no solo son una fuente constante de desorden sino que producen fatiga visual, algo totalmente contraproducente cuando no hay un horizonte despejado que poder contemplar desde las ventanas.
• Usa la iluminación para crear espacios: coloca luces empotradas siguiendo la línea de la pared principal o combina lámparas de pie con lámparas de sobremesa para crear diferentes ambientes dentro de la misma habitación, evitando el “efecto caja” habitual en las habitaciones con un único foco de luz en el centro del techo.
La clave está en crear puntos de atención que compensen la falta de vistas: en espacios pequeños, concentra la atención en la pared más visible desde la puerta, manteniendo el resto de elementos neutros. En habitaciones grandes funciona mejor dividir el espacio creando tres o más ambientes diferenciados, cada uno con su elemento focal.