Clásica donde las haya, la liposucción sigue siendo la técnica de medicina estética más efectiva a la hora de eliminar grasa localizada, redefinir los contornos del cuerpo y conseguir una silueta más armoniosa. Sin embargo mucha gente siente temor ante la idea de someterse a una cirugía, a las molestias tras la intervención y al largo proceso de recuperación, que en la liposucción tradicional puede alargarse durante más de tres meses.
¿Es posible una liposucción sin dolor? ¿Pueden conseguirse los mismos resultados que ofrece la liposucción tradicional con un procedimiento menos invasivo?
LIPOSUCCIÓN SIN CIRUGÍA
En la actualidad contamos con varias alternativas a la liposucción tradicional que no requieren cirugía, por lo que nos evitan el dolor, las molestias y los meses de recuperación.  Técnicas de laser, terapias de ultrasonido, radiofrecuencia y terapias de frío que posibilitan eliminar la grasa localizada afinando la silueta sin tener que recurrir al bisturí.
A diferencia de la liposucción tradicional, en la que se insertaban cánulas bajo la piel para aspirar la grasa acumulada y extraerla por medio de tubos,  las nuevas formas de liposucción sin cirugía consiguen romper los nódulos de grasa con técnicas más modernas, grasa que luego se moviliza con masajes y aparatos de presión para que sea eliminada de forma natural.
La reducción de volumen no es tan inmediata como la de una liposucción con cirugía. Con este tipo de técnicas necesitaremos ir haciendo varias sesiones hasta ver los resultados que deseamos. Pero comparando el tiempo necesario para completar un tratamiento de liposucción sin dolor con el de la recuperación de una liposucción clásica con bisturí y cánulas, la liposucción sin cirugía toma menos tiempo en obtener resultados y  además es incluso menos costosa.
MANTENIMIENTO: LA IMPORTANCIA DE UNA DIETA ADECUADA
Para garantizar que el resultado de la intervención de liposucción sea duradero y que podamos conservar nuestra nueva figura durante mucho tiempo, es imprescindible hacer una dieta adecuada con poco alcohol, pocos productos procesados, muy rica en verduras de efecto anti-inflamatorio, con cantidades moderadas de buena fruta fresca y proteínas de buena calidad que mantengan la elasticidad de la piel conservando un buen tono muscular.

Aunque hoy en día es muy raro ver que alguien pueda comprarse una segunda vivienda para tener ésta como lugar de vacaciones, lo cierto es que aún hay un gran porcentaje de valientes que se atreven a invertir en una segunda residencia vacacional donde poder huir para descansar y dejar un poco de lado nuestras obligaciones y nuestra rutina del día a día sin que eso signifique que tengan que rehabilitar  vivienda.
Pero antes de tomar una decisión tan importante es necesario que tengamos en cuenta una serie de consejos y de factores que nos ayudarán en la medida de lo posible a tomar una decisión correcta y a no precipitarnos en algo tan importante como es la compra de nuestra segunda vivienda.
Tomar la decisión de comprar una segunda vivienda no resulta nada fácil. Son muchas las cuestiones en las que debemos pensar antes de tomar la decisión final. Es muy importante valorar todas y cada una de las opciones y de las cuestiones que se nos presentan para no equivocarnos y que no tengamos que rehabilitar la vivienda. Por eso, cuando vemos una gran oferta debemos pensar en las ventajas y en los inconvenientes que puede conllevar para no comprar nuestra vivienda de manera impulsiva.
Para no comprar de manera impulsiva, es necesario que conozcamos bien el terreno y la zona en la que vamos a comprar nuestra nueva casa, así como el clima de la zona, ya que esto es muy importante cuando se trata de una segunda vivienda vacacional. Conocer todo el ambiente alrededor de nuestra segunda vivienda puede resultar algo determinante a la hora de escoger.
Eso sí, no debemos ser cabezotas a la hora de elegir un lugar por muy famoso que sea en ese momento ya que todo puede cambiar y nosotros podemos terminar por aburrirnos de esa zona de manera rápida. Por lo tanto, debemos pensar muy bien cada uno de nuestros movimientos para no equivocarnos.