Si te gusta el mundo del cine y estás interesado en un Master en Montaje Madrid aprenderás entre otras muchas cosas la importancia que puede tener el montaje a la hora de determinar el éxito de una película. El montaje va a decidir, por ejemplo, cómo se va a contar la historia.

Podemos hablar de un montaje lineal en el que todo transcurre en orden temporal. Es el más usado porque es también el más sencillo de entender por parte del espectador. Sin embargo, algunas películas no funcionarían con este método y precisan de un montaje invertido en el que se recurre a los flash backs para explicar cosas que han sucedido en el pasado. Los saltos temporales son un gran recurso cinematográfico si están bien utilizados, ya que mal usados pueden hundir totalmente la película.

Nos encontramos también con el montaje en paralelo, en el que vemos cómo van sucediendo diferentes acontecimientos que tienen lugar en distintos lugares y en diferentes tiempos pero que se van intercalando. Esto lo vimos por primera vez, de manera muy marcada, en “El Padrino”.

El montaje alterno es otra manera de jugar con el espacio tiempo, mostrando dos escenas que transcurren al mismo tiempo en diferentes lugares y que se van alternando entre sí. Pueden ser dos historias diferentes, con dos personajes distintos o puede ser algo que le sucede a un mismo personaje, como en el caso de la película “Origen” en la que el protagonista vivía una historia en sus sueños mientras su cuerpo estaba en otro lugar en el que transcurrían otros hechos.

Pero esto no es lo único que se va a ver influenciado por el tipo de montaje. El uso de la música, por ejemplo, puede ser muy importante en el momento del montaje consiguiendo que tenga un mayor o un menor peso. Y la elección de las imágenes puede darle un sentido totalmente diferente a la película que puede pasar de la simple narrativa a convertirse en una película muy poética o incluso con un fondo moral.

Por todo esto, lo habitual es que el director del filme se involucre de forma muy activa en el proceso de montaje de la película para asegurarse de que el resultado final es exactamente el que él quería y que no se cambie la esencia de su obra en ningún caso.

Empezamos como empiezan mucho, por amistad y pasarlo bien. Eran los últimos años del instituto y comencé a acercarme a tres chicos de mi clase que mostraban el mismo entusiasmo por la música que yo. Todos tocábamos algún instrumento, pero sin ninguna pretensión. Un día nos juntamos y nos dimos cuenta de que iba a ser difícil montar un grupo de cuatro guitarras y cuatro cantantes. Llegó el crucial momento de escoger instrumentos para formar una banda: y como yo era un poco menos terco que los demás me quedé con el bajo, que nadie quería.

Fue el primer momento en el que se mostró que en el grupo íbamos a tener diferentes personalidades. Pronto me di cuenta que no éramos malos y que había cierto talento. Y cuando ganamos el primer concurso, la cosa se puso seria. Y empezaron los primeros problemas. Yo quería ir a tope con el grupo, profesionalizarlo, gastar horas ensayando y tratar de convertirnos en algo más que un grupo de amigos que tocan. Pero los otros tres se lo tomaban como algo más relajado. 

Los años pasaron y seguimos tocando. Pero yo, paralelamente, me tomaba la música ya como una profesión. Empecé a cursar un Master en composición musical Madrid. Teníamos un disco y otro en camino y nos salían bastantes bolos. Pero la distancia entre los otros miembros del grupo y yo se agrandaba una vez que yo empezaba a desarrollar mucha más técnica que ellos: no porque fuera más listo o guapo, sino porque me lo tomaba como una profesión, y ellos no. 

Así que decidí entrar a grabar el disco, que iba a tener muy buenas canciones, y después dejar el grupo. Cuando llegó el momento y lo dije me sorprendió que ellos se lo tomaran tan bien. De hecho, se lo esperaban. Yo estaba cerca de terminar el Master en composición musical Madrid y me dijeron que sabían que lo iba a lograr: que me iba a ganar la vida con ello. Ellos seguirían con el grupo, pero desde un punto de vista amateur. Y aún hoy seguimos siendo grandes amigos… y de vez en cuando me subo al escenario con ellos para recordar viejos tiempos.

El montaje de una película va a ser fundamental para el resultado final de la misma. Muchos directores lo saben y por eso se forman para esto realizando un Master en Montaje y Postproducción cinematografico Madrid. Esto les garantiza un control total sobre lo que finalmente se verá de su película y, sobre todo, cómo se va a ver.

Cuando el director rueda debe tener en cuenta cómo quiere que sea el resultado final de la secuencia. Es decir, cómo la va a montar para que el público la vea. Esto hace que ruede distintos planos desde diferentes perspectivas para conseguir lo que se conoce como un montaje externo en el que los diferentes planos de un mismo momento se mezclan entre sí.

Esto se aplica, por ejemplo, cuando sucede algo en la pantalla y el director quiere que el público puedan verlo desde el punto de vista de dos personajes diferentes para entender qué están viendo en ese momento y cómo actúan. Pero también, simplemente, para lograr unas imágenes mucho más espectaculares, como cuando vemos diferentes planos y secuencias de una explosión logrando que resulte más impresionante.

Estas escenas en las que se juntan muchos planos diferentes pueden combinarse con otras en las que se realice un plano largo, sin cortes, durante el cual suceden muchas cosas, pero vistas desde un único punto de vista. Es un recurso muy utilizado para secuencias entre dos actores en los que se enfrentan en una interpretación con una gran carga emocional. De esta forma, los actores interactúan entre sí y el público puede ver toda la escena sin cortes, disfrutando de la gran calidad dramática de los mismos.

El director no siempre es la persona que realiza el montaje final de la película, aunque sí que puede dirigir cómo quiere que este montaje se haga. En ocasiones, los estudios se encargan de que sea otra persona la que realice el montaje, muchas veces por falta de tiempo o por no pagar al director este trabajo extra. Y esto suele llevar a diferencias que en ocasiones son tan grandes que hacen que el director acabe renegando del trabajo final.

Sin llegar a renegar, es posible que se le quede la espinita clavada de no haber podido ofrecer su versión y acabe estrenándose en video “la versión del director” que no es otra cosa que un nuevo montaje de la historia, pero esta vez hecho por el director de la película.

Hacía poco que habíamos terminado la carrera y cada uno de nosotros trataba de enfocar su futuro laboral… la mayoría sin mucho éxito. Alberto, uno de mis amigos, tenía mucha facilidad para los idiomas y disfrutaba mucho viajando así que trató de dirigir su carrera hacia el turismo, un sector que está en auge desde hace muchos años, aunque también suele soportar las consecuencias de la crisis.

Fue una época en la que Alberto también estaba muy en forma, era de los que ya iba al gimnasio asiduamente cuando aún no estaba tan de moda como ahora. Así que decidió mirar Cursos formación online Animación de Actividades Físicas y Deportivas. Un amigo suyo llevaba trabajando varios veranos en hoteles del sur de España y de las islas como animador así que le pareció una buena idea para ir tirando. ¡Y vaya si lo fue!

Se trataba de un curso intensivo, casi como volver a clase, solo que aquí Alberto sí tenía que asistir… no como en la universidad que la pasaba en casa o en la cafetería, generalmente. Al terminar no pasaron ni dos semanas y ya le había surgido una oferta para trabajar 15 días a prueba en un hotel de Torremolinos, con la posibilidad de quedarse todo el verano. Y se quedó.

Todo el grupo de la carrera recordamos aquel verano de Alberto en Torremolinos por dos razones: por un lado, porque algunos le fuimos a visitar unos días, y por otro porque cuando volvió a casa en octubre llegó con tantas anécdotas (y las repitió tantas veces) que es como si las hubiéramos vivido nosotros mismos.

No cabe duda de que apuntarse a Cursos formación online Animación de Actividades Físicas y Deportivas fue todo un acierto. Alberto eligió un camino práctico no como otros que nos quedamos mirando las musarañas y no tardó apenas tiempo en trabajar. Era un trabajo exigente, pero le vino perfecto para meterse en el mundo turístico que era el que le interesaba además de seguir mejorando en idiomas y vivir todo tipo de aventuras veraniegas que recordaría durante años y años…

Las artes escénicas están experimentando una transformación bajo la cual el actor ha pasado de ser un mero intérprete a convertirse en un creador o performer multidisciplinar. Las tendencias posmodernas renuevan el legado del pasado con aportaciones inéditas y sugerentes de la mano de las nuevas tecnologías. En este contexto, el acceso a una formación multidisciplinar se ha convertido en un requisito imprescindible para lograr alcanzar un lugar propio dentro del vasto mundo audiovisual. Escuelas de artes innovadoras como TAI ofrecen a las nuevas generaciones de actores un lugar creativo y vanguardista donde estudiar actuación escénica y cursos de interpretacion ante la camara en madrid, con un Máster Oficial en Actuación para Teatro, Cine y TV.

No se trata solo de una formación homologada que permite a los actores obtener un título de posgrado oficial, sino de un espacio de aprendizaje interdisciplinar que los prepara para una industria audiovisual diversa y en constante crecimiento. El impacto de las tecnologías en el campo de las artes ha generado otras formas de concebir y hacer la puesta en escena, tanto en los aspectos narrativos como cinestésicos.

En la actualidad, la amplia libertad con que se tratan los diferentes elementos de la actuación y la confluencia cada vez más acentuada de diversas disciplinas y soportes definen unas nuevas tendencias en la configuración escénica. La continua metamorfosis de la producción artística implica un intenso diálogo entre géneros, autores, técnicas y recursos que supera los límites del hecho escénico clásico. Por ello, tanto los nuevos actores como aquellos más experimentados requieren de un entrenamiento avanzado que les permita adaptarse a todos los formatos: cine, series de TV, teatro, musicales, branded content, new media, etc.

La especialización ya no significa dominar un área concreta de actuación, sino ser capaz de transitar diferentes escenarios con una alta profesionalidad y capacidad de adaptación. La fuerza de las imágenes a través de nuevos soportes ha dado lugar a una práctica escénica que promueve la interconexión entre múltiples medios, lo que repercute necesariamente en las exigencias de formación de los actores.

El entrenamiento actoral supone entonces tanto un intenso trabajo con el cuerpo, la voz y las emociones, como un conocimiento y dominio profesional de los nuevos escenarios de actuación. Asimismo, dentro del amplio contexto audiovisual, una formación multidisciplinar permite a los actores obtener una capacitación integral que les ayuda tanto a construir un portfolio profesional para la industria, como desarrollar proyectos propios y lanzarse a la aventura del emprendimiento artístico y creativo.