Cuando se compra un vehículo de segunda mano lo normal es que sea una gestoría la que se ocupe de realizar el cambio de titularidad. Esto es así porque ir en persona a tráfico supone un desplazamiento tanto para el comprador como para el vendedor si no viven en una ciudad en la que haya una delegación. Y encima, en la mayoría de los casos, esperar un montón de tiempo para poder realizar los trámites.
Pero es que además, antes de poder ir a tráfico hay que ir a Hacienda para pagar lo que se llama Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Otro trámite para el que habrá que realizar colas y esperar.
Si por fin te has decidido por ese toyota de ocasion que llevabas tiempo buscando y has dado el paso para adquirirlo, lo más cómodo para ti y para quién te lo vende es recurrir a los servicios de una gestoría. Lo habitual es ir juntos para firmar allí los papeles y ya realizar el pago del vehículo. Solo hay que asegurarse de que la gestoría es ágil y funciona bien.
En pocos días deberían de llamarte y, como comprador, podrás acudir a recoger la documentación a tu nombre. Este trámite tiene que ser ágil, ya que los papeles del coche son muy importantes y es necesario llevarlos encima. Por supuesto, en la gestoría se te darán los papeles necesarios para poder conducir el vehículo mientras se tramita el cambio de titularidad.
No olvides que además de ese papel vas a necesitar el seguro obligatorio, así que quédate con una fotocopia de los papeles antes de entregarlos a la gestoría para poder acudir a tu compañía de seguros y arreglar todo para poder conducir el coche desde el primer día, sin tener que esperar a que lleguen todos los papeles.
Una vez que llegan los papeles, la gestoría te los entregará y le dará una copia al vendedor. Esto le permitirá poder acreditar que el coche se vendió y ya no está a su nombre por lo que pudiera suceder.
En cualquier caso, siempre es recomendable firmar un contrato de compraventa particular. Así, el vendedor podrá estar tranquilo si hay un accidente mientras no llegan los papeles en regla y el comprador tendrá la seguridad de poder demostrar que el coche es realmente suyo si pasa algo y necesita demostrarlo.