Toda empresa busca rentabilidad, pero para conseguirla hay que invertir. Es algo que como empresario no siempre tuve tan claro como ahora. Cuando era más joven y empezaba en esto era un ahorrador nato y cualquier gasto extra me parecía superfluo y un riesgo para las finanzas de la empresa. Pero, poco a poco, descubrí que la falta de inversión suponía no solo un freno para el negocio, sino incluso un riesgo para su viabilidad.

Ahora que la empresa de transportes está en su mejor momento, no quiero dormirme en los laureles y vamos a hacer algunos cambios, espero que a mejor, por supuesto. Uno de nuestros servicios estrella es la distribución de alimentos incluyendo distribuidor de zanahorias congeladas para hosteleria. Para hacer este servicio adecuadamente no solo necesitamos buenos transportistas profesionales, sino también vehículos adecuados. Y es aquí donde vamos a invertir.

No va ser una completa flota nueva de vehículos porque tampoco quiero pasarme con los riesgos, pero sí que vamos a adquirir varios vehículos especiales para transporte de alimentos a temperatura controlada para sustituir los más viejos de nuestra antigua flota. La dificultad en este caso estriba en elegir el vehículo adecuado que mantenga una buena relación de coste y servicio ya que estamos hablando de una inversión importante.

En el pasado, de hecho, tuve algún problema con las furgonetas y los camiones cuando nos especializamos en distribuir alimentos. Aunque ya tenía un poco de experiencia como distribuidor de zanahorias congeladas para hostelería, descuidamos algún aspecto en el mantenimiento de los vehículos y en alguna ocasión se nos estropeó la carga, algo que no se puede permitir en una empresa que sirve alimentos. Los clientes necesitan, no solo un servicio rápido, sino también de calidad. Y aquello fue un borrón para nuestra empresa. 

Por eso es tan importante contar una flota de vehículos a temperatura controlada de calidad y con un mantenimiento asegurado. Si añades a ello buenos profesionales y una agenda de contactos importante tanto de clientes como de suministradores, tendrás la base para asegurar el futuro de la empresa.

A couple of friends are starting a business of wooden things, such as toys or boxes for wine bottles. Toys take time if you want to make them well and they are still learning the working methods and that is why it takes them too long to do things. But for example the wine boxes are quite simple to make but to get the handles they had to contact a manufacturer of elastic for handles – CELASTIC, which took them a while to find. When they made the first one and they put the handles on, they didn’t like how they looked and that is why they had to look to this manufacturer to supply them with the right material to make the boxes look as good as possible.

 

The workshop they have is in the basement of the house of her parents who had it unused, since her parents are already quite old and have a fairly large house that they have not had time to finish. Because the basement does not have a firm floor to walk on, the floor is full of bricks placed in the shape of a floor, but a firm concrete floor would have to be made so that they could place the tables and use the tools without danger. do harm. Because there are quite a few cutting machines that they can’t use since they don’t have a rigid place to put them. We have been devising a few things to improve the basement floor, but since the house is not ours, we are a bit shy about telling her father how she has to do to make the floor look good. The biggest problem is that you have to fill a lot of space and we do not have the necessary materials to fill so much height. The other day we were watching a video of a boy who was doing what they need, which is to first fill in large stones and gravel the thickest and then make a concrete slab so that the floor is as they need.

Un día estaba sentada en el salón viendo la tele y cuando llegaron los anuncios eché un vistazo a lo que me rodeaba y me dije: ¡qué aburrido! Demasiado tiempo sin hacer ningún cambio en el salón, ¡con lo que a mí me gusta cambiar! Supongo que en su día me debió gustar tal y como lo dejé, pero había que cambiar. De vez en cuando hay que cambiar, casi en cualquier en ámbito de la vida.

Y así fue como me puse a mirar estilos nuevos decorativos para el salón, además de complementos que pudieran integrarse bien con los cambios. De hecho, hasta cambié la orientación del salón. Cuando llegamos a esta casa, decidí seguir la orientación que tenía la mayoría de la gente del edificio, aunque no me convencía del todo porque suponía tapar parcialmente una de las ventanas con el sofá.

Pero de eso también me he cansado y voy a liberar esa ventana que me apetece mucho porque me va a dar mucha iluminación, donde, además, he pensado colocar cortinas verticales de lamas que le van a venir muy bien. Al menos algunas revistas que he visto que tienen un tipo de ventanal muy similar al mío para el salón están estupendos con cortinas de lamas verticales. Como además voy a comprar un sofá nuevo, tengo todo tipo de opciones para combinar.

Y es que la antigua orientación del salón se debía, entre otras cosas, a las conexiones de la televisión que obligaban a poner la tele en ese sitio, pero ahora como tengo un decodificador inalámbrico y no necesito que esté conectado a la antena de televisión puede variar la posición del armario de la televisión y con ello cambiar la orientación para aprovechar mi querido ventanal.

He visto que existen cortinas verticales con variaciones de colores que me han encantado. En vez de poner todas las lamas del mismo color, son como una paleta de colores que puedes elegir a tu gusto. De esta manera puedo dar al salón un toque cromático único si logro que todos los elementos combinen adecuadamente.