Muchas de las personas que conozco están cansadas de oír la palabras crisis, algunas de ellas porque ya no consideran que la situación económica esté tan mala como para ponerle esa denominación, y otros porque, simplemente, están hartos de tanta crisis. Pero como con todo en la vida no está de más tener presente la razón de porqué se producen determinadas situaciones para no volver a repetirlas. A mi amigo Diego nunca se le olvidará la última crisis, aunque al principio no quiso saber nada de ella.

Diego procede de una ‘buena’ familia, con sus padres y hermanos bien posicionados en empresas relacionadas con el sector textil. Él es el hermano pequeño y siempre fue tratado de una manera un poco diferente. Ni siquiera se le exigió que estudiase administración de empresas como a sus hermanos mayores. Diego no estudió más allá del instituto y dedicó su vida a su pasión: los coches.

Ya siendo un adolescente había aprendido a conducir en el pueblo con uno de los coches viejos del padre: un pedazo de Mercedes verde que no estaba nada mal. Y gracias a aquel coche se aficionó a la firma alemana. Siempre me decía que tendría tres Mercedes: un utilitario, un deportivo y una berlina. Quién le iba a decir que años más tarde preguntaría por Coches ford de ocasion en lugo.

Todo el mundo sabe (o cree saber) que el dinero no llueve del cielo, pero mientras a la familia de Diego le fue bien, el no tuvo problemas. Nunca tuvo un trabajo concreto, hacía ‘chapucillas’ para alguna de las empresas de la familia, pero a él lo que le gustaba era vivir… y los coches.

Cuando llegó la crisis, varias de las empresas de la familia sufrieron muchísimo hasta el punto de que el patrimonio familiar se vio muy comprometido. Por aquellos tiempos, Diego había conseguido dos partes de su sueño: tenía un Mercedes pequeño de tres puertas y un deportivo. No supo nada de la crisis hasta que la familia le requisó los coches para venderlos. Se sentaron con él y le dijeron que tenía que buscar trabajo. Ahora Diego acaba de sacarse la oposición de Guardia Civil y, de momento, conduce un utilitario que compró en una empresa de Coches ford de ocasion en lugo. Pero ya piensa en un Mercedes…

 

Cuando se compra un vehículo de segunda mano lo normal es que sea una gestoría la que se ocupe de realizar el cambio de titularidad. Esto es así porque ir en persona a tráfico supone un desplazamiento tanto para el comprador como para el vendedor si no viven en una ciudad en la que haya una delegación. Y encima, en la mayoría de los casos, esperar un montón de tiempo para poder realizar los trámites.

Pero es que además, antes de poder ir a tráfico hay que ir a Hacienda para pagar lo que se llama Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Otro trámite para el que habrá que realizar colas y esperar.

Si por fin te has decidido por ese toyota de ocasion que llevabas tiempo buscando y has dado el paso para adquirirlo, lo más cómodo para ti y para quién te lo vende es recurrir a los servicios de una gestoría. Lo habitual es ir juntos para firmar allí los papeles y ya realizar el pago del vehículo. Solo hay que asegurarse de que la gestoría es ágil y funciona bien.

En pocos días deberían de llamarte y, como comprador, podrás acudir a recoger la documentación a tu nombre. Este trámite tiene que ser ágil, ya que los papeles del coche son muy importantes y es necesario llevarlos encima. Por supuesto, en la gestoría se te darán los papeles necesarios para poder conducir el vehículo mientras se tramita el cambio de titularidad.

No olvides que además de ese papel vas a necesitar el seguro obligatorio, así que quédate con una fotocopia de los papeles antes de entregarlos a la gestoría para poder acudir a tu compañía de seguros y arreglar todo para poder conducir el coche desde el primer día, sin tener que esperar a que lleguen todos los papeles.

Una vez que llegan los papeles, la gestoría te los entregará y le dará una copia al vendedor. Esto le permitirá poder acreditar que el coche se vendió y ya no está a su nombre por lo que pudiera suceder.

En cualquier caso, siempre es recomendable firmar un contrato de compraventa particular. Así, el vendedor podrá estar tranquilo si hay un accidente mientras no llegan los papeles en regla y el comprador tendrá la seguridad de poder demostrar que el coche es realmente suyo si pasa algo y necesita demostrarlo.

Si te vas a comprar un coche y tu presupuesto alcanza para un vehículo de gama media, ¿qué te parecería acabar teniendo uno de gama alta al mismo precio? No se trata de hacer magia con los números sino de recurrir al mercado de segunda mano. Un Audi de segunda mano con pocos kilómetros y en buen estado, por ejemplo, tiene una significativa rebaja en el precio pudiendo tener un valor similar al de un vehículo algo inferior pero nuevo.

También hay muy buenas ofertas con los llamados vehículos ejecutivos. Se trata de los coches de los altos cargos de las empresas de automóviles, los cuales tienen que cambiar cada pocos meses el modelo que conducen. Se trata de coches de alta gama, con todos los extras pero que al estar usados pueden acabar costando lo mismo que ese mismo modelo en su versión más básica.

Pero no hace falta recurrir a los vehículos ejecutivos ni a los kilómetros 0 para conseguir muy buenas ofertas en coches. En las compraventas es posible encontrar un gran número de opciones en todos los modelos y marcas. Si no se tiene preferencia por algo en concreto, encontrar una buena oportunidad es mucho más fácil ya que siempre aparecen opciones a muy buen precio.

Pero si se tiene muy claro qué es lo que se quiere, también se puede encontrar en el mercado de oportunidades, solo es cuestión de esperar un poco más. Cuanto más concreto y más solicitado sea el modelo que se busca, más complicado puede ser conseguirlo, pero todo es cuestión de tiempo.

Muchas casas de compraventa tienen un servicio de búsqueda al margen de que puedan avisar si les llega ese vehículo a su tienda. El servicio consiste en sondear a otras casas en el resto de España para ver quién puede tener exactamente lo que se está buscando. Cuando finalmente se encuentra, hay dos opciones. Una es que se negocia con ellos y con el potencial comprador. Si se llega a un acuerdo, el vehículo es enviado y el comprador puede tener lo que quiere.

La otra, es que la casa de compraventa cobre un dinero por realizar la búsqueda una vez que esta tiene éxito, dándole al potencial comprador los datos de quién tiene ese coche para que sea este quién negocie el precio directamente. En ambos casos, todos hacen negocio y consiguen exactamente lo que quieren.

Pontevedra ciudad invita a caminar y no es un lugar en el que sea cómodo desplazarse en coche. Su tamaño, su disposición y las zonas peatonales de las que dispone predisponen a desplazarse a pie, pero evidentemente no siempre es posible esto.
En la sociedad en la que vivimos el coche es imprescindible, incluso si se vive en un lugar tan llano, por eso vamos a ofreceros algunos consejos para adquirir coche Pontevedra en el mercado de segunda mano.
1) Cuidado con las compras directas. Aunque actualmente cualquier compra entre particulares tiene garantía, lo cierto es que en la práctica esto no es del todo cierto. Si compras un vehículo de segunda mano y este da muchos problemas reclamar al anterior propietario va a resultar más bien difícil.
En muchos casos no solo no vas a localizarlo fácilmente, sino que aunque lo hagas será difícil llegar a un acuerdo y que este reconozca que tiene alguna responsabilidad en el tema ya que lo habitual es pensar que una vez que se ha vendido el coche, ya no hay nada más que tratar.
Ir a juicio puede ser una solución en caso de problemas de mucho dinero, pero en caso de pequeñas averías seguramente no salga a cuenta y finalmente se tenga que acabar reparando el coche a cuenta del propio bolsillo.
2) Acude a talleres o concesionarios con prestigio. Los talleres tienen buena o mala fama porque así se la dan sus clientes. Por eso es bueno que preguntes que talleres y concesionarios tienen fama de ser más honestos en sus ventas de segunda mano y acude a ellos.
Las garantías legales deberán de ofrecértelas todos ellos. No olvides pedir la factura de tu compra para tener un apoyo legal.
3) Pide consejo a tu mecánico de confianza. Aunque el taller tenga muy buena fama no está de más recurrir a tu mecánico de confianza para buscar consejo. Puedes pedirle que revise el coche para asegurarte de que todo está bien, será dinero bien invertido especialmente si detecta algún problema que tarde o temprano te haría gastar mucho más en reparaciones.
4) Ten claro qué estás buscando. Uno de los errores más frecuentes al comprar un coche de segunda mano es ir a mirar “a ver qué es lo que hay”. Al final podemos acabar comprando un vehículo que nos ha entrado por el ojo pero que no se adapta realmente a nuestras necesidades o que tiene un consumo muy excesivo para el uso que se le va a dar.