Elegir bien las cortinas para la oficina es importante. En primer lugar, porque van a permitir que pase luz suficiente para trabajar además de dar cierta privacidad a los despachos. Y en segundo lugar porque son decorativas y contribuyen a la imagen que se quiera dar de la empresa. Se puede elegir entre muchos estilos de cortinas para oficinas, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en tres que son las tendencias más en alza para este tipo de locales.

La cortina vertical es la tendencia más actual. La cortina vertical es la formada por lamas verticales que se pueden entreabrir o cerrar completamente para que entre más o menos luz. Resultan muy elegantes y útiles ya que también se pueden recoger en los lados dejando el ventanal al descubierto. Este tipo de cortinas se usan en ventanas de gran tamaño y en oficinas con paneles acristalados, ya que cubren totalmente la pared y le dan una mayor apariencia a la habitación.

Otro tipo de cortina que cada vez vemos más es el estor personalizado con el logotipo de la empresa. Se fabrican en los colores corporativos y con el logo, lo que hace que toda la oficina tenga un ambiente mucho más profesional en su decoración. Estos estores quedan bien en todo tipo de ventanas y dan a los ambientes de trabajo ese aire moderno que actualmente se busca. Para esto se juega con los tonos fuertes y el logotipo de gran tamaño en el centro.

Pero si lo que se busca es un aire convencional y serio, se puede decorar con estos estores, pero con un toque más clásico si se desea. Se usarán en estos casos colores neutros y logotipos pequeños en una zona discreta de la cortina. Así, el resultado se verá elegante y sofisticado, pero sin perder un ligero toque de desenfado al usarse estores en lugar de cortinas clásicas.

Por último, podemos encontrar las cortinas venecianas, que son una versión en tela de las persianas venecianas de toda la vida. Sencillas, clásicas y disponibles en diferentes colores, son ideales para ambientes muy informales, como espacios para trabajar en conjunto o zonas para comer y descansar. Tienen un cierto aire casero que puede encajar muy bien en estas áreas comunes a las que no van los clientes, logrando así una mayor desconexión con la zona de trabajo convencional.