No hace mucho fui a una tienda de estores a ver si encontraba uno que me gustase para poder regalar a un amigo que no le viene nada mal en su piso. La encargada de la tienda me enseñó un montón de estores estampados pero ninguno de ellos me acabó convenciendo hasta que me enseñó unos estores de madera que ya me gustaron mucho más, eran más de mi estilo.

La decoración no es que sea unos de mis fuertes, más que nada porque soy de esas personas que prefieren que las cosas tengan su utilidad antes que ser bonitas y mucha gente no está de acuerdo con lo que yo pienso, pero personalmente me da igual. Tampoco es que tenga un gusto espantoso, pero he de decir que las decoraciones que ponen en las casas desde hace un tiempo me parecen unas decoraciones bastante recargadas y que no aportan nada a los pisos, lo único que les aporta es el polvo que se les queda pegado.

Personalmente en mi habitación que es el único sitio en el que tengo voz y voto nunca metería nada que no tuviese una función definida, los trastos decorativos atrapapolvo no van conmigo y no quiero ni necesito esas cosas cerca de mi. Más que nada porque prefiero que la limpieza sea lo más rápido posible y con cosas decorando por ahí se tardaría bastante más tiempo en dejarlo todo limpio.

 

Pero viendo mi habitación y algunos pisos que he visto por ahí, creo que en mi habitación he sabido aprovechar mucho mejor el espacio del que disponía. Ojalá me escuchasen de vez en cuando, cuando les doy consejos sobre cómo les quedarían mejor distribuidos los muebles. Como por ejemplo los grandes muebles de salón para guardar la vajilla, a asi nadie le gustan hoy en día y yo pienso que un mueble como este además de servir para guardar las vajillas sirve además como aislante térmico y sonoro con la pared del piso contiguo, pero la gente no se da cuenta de esas pequeñas cosas que hacen de un piso un hogar más habitable.

Los espaguetis o el arroz frutti de mare son de los productos más demandados de una carta. Se trata de combinar la pasta o el arroz con productos del mar, como langostinos y deliciosos mejillones. Es un plato que gusta todo el año y que tiene auténticos fans que siempre lo van a pedir cuando comen fuera de casa.

Pero los mariscos no siempre están disponibles en la plaza a un precio razonable. No hay más que ver lo que sucede en navidades, cuando los precios acaban siendo desorbitados. Pero, además, no siempre están en las mismas condiciones. Los mejillones, por ejemplo, están perfectos unos meses, pero el resto del año las cáscaras prácticamente no se llenan.

Por eso, contar con un Proveedor de mejillones precocinados congelados y otros mariscos es lo más adecuado para poder contar siempre con los mejores ingredientes para tus arroces o espaguetis frutti de mare y que tus clientes puedan tener siempre platos perfectos para degustar sin tener que esperar a momentos concretos del año.

El tener congelados también facilita no tener que variar la carta, ya que podrás ofrecer ese plato siempre, sin importar si en el mercado hay o no material fresco. Sabrás que cuentas con suficiente mercancía en tu congelador y que podrás cocinar lo que haga falta.

Otra de las ventajas de los mejillones precocinados congelados es no tener que limpiarlos. Porque todos sabemos que eso lleva un tiempo precioso en la cocina que de esta manera puede ahorrarse. Si bien los mejillones frescos son los mejores para servir en recetas como los mejillones al vapor, cuando son parte integrante de una receta en la que no son el elemento principal, la diferencia va a ser prácticamente inapreciable.

El precio de los frutti de mare también será mucho más competitivo con el marisco congelado, ya que de otra forma podría llegar a tener un precio bastante algo cuando hay escasez o en fechas en las que la demanda es muy alta, como las mencionadas celebraciones navideñas.

Si el proveedor es de confianza y el producto de alta calidad, los comensales estarán muy satisfechos y el local podrá disfrutar de todas las ventajas de los productos congelados, con calidad garantizada y con todo el sabor de estos alimentos, que le dan un toque especial a cualquier plato del que forman parte.