La crisis del ladrillo ha quedado atrás. O eso parece concluirse si vemos el alza de los precios de las viviendas en las grandes ciudades. Tan solo hace falta mirar un poco hacia arriba para darse cuenta de que las grúas han vuelto a salir a las calles. Y eso es síntoma de que se vuelve a construir.
Pero existe otro tipo de vivienda que es la que abunda en toda España, la construida entre los años 40 y los años 70. Tras la crisis, el sector de la reforma vivienda también sufrió un parón. Los propietarios de casas y pisos prefirieron ser más moderados a la hora de reformar: pequeñas rehabilitaciones puntuales y menos reformas integrales. Todo ello parece que está cambiando en los últimos tiempos, en los que parece notarse un repunte de las rehabilitaciones.
Las propias instituciones públicas se encargan de estimular este sector con algunas campañas que tiene por objetivos mejorar la habitabilidad, la eficiencia energética y la seguridad. Y todo ello pasa, sin duda alguna, por las reformas de edificios y viviendas.
El ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha una iniciativa denominada “Cuidando tu casa, cuidas de ti” que tiene como meta abordar las reformas urgentes de ese parque inmobiliario que se ha quedado desfasado. Se trata de un plan informativo que orienta a los interesados en reforma vivienda.
¿Por qué cuidando tu casa, cuidas de ti? La reforma de un piso aporta numerosos beneficios. Se trata de adaptar la casa a los criterios más actuales en relación a la eficiencia energética. Una vivienda más eficiente está mejor aislada de cara al exterior, mantiene una temperatura más moderada evitando el despilfarro eléctrico que genera, a menudo, el uso del aire acondicionado y de la calefacción.
Cuidando tu casa, cuidas de ti porque se gana en seguridad tanto en las instalaciones como en las zonas comunes, como pueda ser el uso del ascensor, la habilitación de rampas para personas con movilidad reducida, etc.
En definitiva, parece que corren buenos tiempos para el sector de las reformas. Y en España todavía hay mucho trabajo por hacer.