Hacía poco que habíamos terminado la carrera y cada uno de nosotros trataba de enfocar su futuro laboral… la mayoría sin mucho éxito. Alberto, uno de mis amigos, tenía mucha facilidad para los idiomas y disfrutaba mucho viajando así que trató de dirigir su carrera hacia el turismo, un sector que está en auge desde hace muchos años, aunque también suele soportar las consecuencias de la crisis.
Fue una época en la que Alberto también estaba muy en forma, era de los que ya iba al gimnasio asiduamente cuando aún no estaba tan de moda como ahora. Así que decidió mirar Cursos formación online Animación de Actividades Físicas y Deportivas. Un amigo suyo llevaba trabajando varios veranos en hoteles del sur de España y de las islas como animador así que le pareció una buena idea para ir tirando. ¡Y vaya si lo fue!
Se trataba de un curso intensivo, casi como volver a clase, solo que aquí Alberto sí tenía que asistir… no como en la universidad que la pasaba en casa o en la cafetería, generalmente. Al terminar no pasaron ni dos semanas y ya le había surgido una oferta para trabajar 15 días a prueba en un hotel de Torremolinos, con la posibilidad de quedarse todo el verano. Y se quedó.
Todo el grupo de la carrera recordamos aquel verano de Alberto en Torremolinos por dos razones: por un lado, porque algunos le fuimos a visitar unos días, y por otro porque cuando volvió a casa en octubre llegó con tantas anécdotas (y las repitió tantas veces) que es como si las hubiéramos vivido nosotros mismos.
No cabe duda de que apuntarse a Cursos formación online Animación de Actividades Físicas y Deportivas fue todo un acierto. Alberto eligió un camino práctico no como otros que nos quedamos mirando las musarañas y no tardó apenas tiempo en trabajar. Era un trabajo exigente, pero le vino perfecto para meterse en el mundo turístico que era el que le interesaba además de seguir mejorando en idiomas y vivir todo tipo de aventuras veraniegas que recordaría durante años y años…