La salud cutánea depende de un frágil equilibrio entre absorción de nutrientes, hidratación y hábitos de higiene saludables. Además del paso del tiempo, existen multitud de ‘enemigos’ del cuidado facial que causan estragos en la piel y hacen indispensable contratar un tratamiento cara en Vigo como la mesoterapia, la carboxiterapia u otras soluciones antiaging.
Como prevenir es mejor que curar, se recomienda ser cauto con la exposición solar. Si bien es fuente de vitamina D, un exceso de rayos UV está detrás del envejecimiento prematuro de la piel en un ochenta por ciento. Moderar los tiempos de bronceado y utilizar protección solar son formas de prevenir los efectos negativos del sol en el cutis.
La nicotina es otro agente nocivo para la estética facial. La decoloración de la piel y la proliferación de arrugas son rasgos típicos del fumador consumado, resultado de una mala oxigenación de las células. Por su parte, la ingesta de bebidas alcohólicas está relacionada con el incremento de la red de vasos sanguíneos y la aparición del flushing o enrojecimiento facial.
La polución ambiental también figura entre los enemigos declarados del cuidado facial. Las partículas en suspensión por el CO2 del tráfico y otros residuos contaminantes se acumulan en las zonas expuestas de la piel, como la cara y el cuello, favoreciendo la obstrucción de los poros. Si trasladar la residencia a una población rural es inviable, la solución pasa por limpiar e hidratar el rostro cada día.
Por su parte, las carencias alimentarias se han vinculado con la pérdida de elasticidad, el buen tono y la firmeza de la piel. El seguimiento de una dieta balanceada, con suficientes frutas, verduras y proteínas, es la mejor ‘medicina’. Además, se aconseja suprimir los azúcares y otros ingredientes perjudiciales para el colágeno. De igual forma, las situaciones de estrés y de ansiedad deben evitarse, por su impacto en la salud cutánea.