Venga, aceptamos que el título no tiene un juego de palabras que brille por lo trabajado que ha sido. Pero lo que dice es absolutamente cierto. Si tú quieres que tu perro esté realmente seguro, necesitas contratar un seguro perros adeslas. ¿Por qué es esto así? Pues porque los perros enferman y esto puede suponer mucho dinero para sus dueños.

Cuando se compra o se adopta un perro todo son alegrías. Pero ya comenzamos a ver que hay responsabilidades económicas que tenemos que tomarnos en serio, por ejemplo ponerle el chip o las primeras vacunas. Un perro sano puede ser bastante barato de cuidar, una revisión al año y las vacunas de refuerzo y listo. Pero, ¿y si el animal tiene un accidente y se rompe un hueso? ¿O si, por desgracia, sufre de algún problema que haga que sea necesaria una cirugía? Incluso es posible que tu perro tenga cáncer y tengas que tratarlo con quimio.

Y todo esto es muy caro. Si no se cuenta con un seguro, el desembolso económico puede ser muy grande. Es cierto que cuando queremos a nuestros perros estaríamos dispuestos a todo por ellos pero, tal vez, no podamos afrontar la factura. Nos queda solo la opción de un préstamo, lo que puede acabar por desequilibrar nuestra economía. Algunas clínicas veterinarias permiten fraccionar los pagos, pero esto suele conllevar intereses o las mensualidades no son suficientes para que resulten cómodas de abonar.

Con un seguro esto no sería un problema, ya que cubren gran parte de los gastos de la mascota, evitando que nos llevemos estos sofocos. Especialmente, cubren gran parte de los gastos de intervenciones o de accidentes, que son las facturas más grandes a las que nos enfrentamos en el veterinario. También suelen cubrir por completo las revisiones que tenemos que hacer cada año a nuestros peludos, así tendrán garantizadas su visitas aunque, por el motivo que sea, estemos pasando un mes complicado y no nos venga muy bien llevarle.

Si no te cansas de decir que tu perro es familia, actúa en consecuencia y dale lo mejor. Dale un seguro de salud para que pueda estar cubierto ante problemas de esta índole. Esto es, además, una forma de proteger también al resto de tu familia al evitar que los gastos inesperados puedan hacer que tengan que apretarse el cinturón o pasar sin cosas necesarias.