Las Islas Cíes son maravillosas en cualquier época del año y el mejor mes para visitarlas dependerá de qué es lo que se busca en ellas. Porque la oferta de estas islas no se limita a la playa.
Visitar las islas cies en octubre o en mayo aporta una visión diferente de este lugar. En estos meses las temperaturas son agradables pero seguramente no lo suficiente como para disfrutar de la playa o bañarse en el mar. Sin embargo, son temperaturas perfectas para realizar las rutas de senderismo que atraviesan las islas.
Sin el calor del verano, caminar es mucho más fácil. En mayo se puede aprovechar la maravillosa luz de la primavera, que permite unas vistas desde los miradores totalmente resplandecientes. En octubre, el otoño ya ha hecho su aparición en la isla y los colores dorados de esta época del año le dan un aire romántico muy agradable.
Por tanto, si tienes ganas de caminar a tope, respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza durante todo el día, estos meses son los más indicados para acudir a este paraíso tan cerca de la tierra.
Pero si tu idea es vivir la experiencia de las Cíes de una forma mucho más intensa, quedándote al menos una o dos noches para poder ver la puesta de sol, el amanecer y también el cielo estrellado libre de contaminación lumínica, entonces el mejor momento para acudir es en junio, julio o agosto.
Es cierto que es una época de gran afluencia de gente pero hay que tener en cuenta que el número de visitantes está limitado y que, por tanto, nunca vas a encontrar aglomeraciones como las que se ven en otras zonas de turismo.
Es conveniente reservar con tiempo plaza en el camping ya que está tan solicitado que hay quienes hacen reservas con meses de antelación e incluso quienes reservan de un año para otro para asegurarse las fechas. Entre todos estos meses, junio es el que tiene un poco menos de demanda, especialmente en su primera quincena.
Y si tu idea es vivir la experiencia de las Cíes casi en solitario, entonces anímate a una excursión en invierno. Como la reserva no es tan imprescindible porque no hay demanda como en la temporada alta, puedes esperar hasta asegurarte de que no lloverá y podrás disfrutar del paseo y de una visión distinta del lugar.