Hay trabajos que no obligan a vestir según los cánones ejecutivos, pero eso no quiere decir que se pueda ir a trabajar de cualquier manera. Ofrecer una imagen informal pero que no reste profesionalidad es importante en cualquier trabajo y por eso hay que elegir bien los complementos que se llevan y las prendas de ropa que conforman el fondo de armario. Aunque muchas son las claves, vamos a dar dos para el verano y dos para el invierno que pueden servir de pista.

Tus imprescindibles para el verano:

– Las camisetas. Las camisetas son imprescindibles en cualquier look veraniego, pero todos sabemos que no todas son iguales. No vas a tener la misma imagen con una camiseta básica de pocos euros que con una de marca que tiene un tejido de más calidad y que ofrece otra imagen totalmente diferente. Si lo que te preocupa es el precio aprovecha las rebajas para buscar, por ejemplo, ofertas Camisetas Polo mujer y hacerte con diferentes modelos en distintos tonos. Estas camisetas Polo son ideales para poner con pantalones de tela, vaqueros, faldas cortas o largas. Su versatilidad hace que sea un complemento ideal para la oficina.

– Las zapatillas deportivas. Están de moda y no importa que seas una chica de veinte o una mujer con la jubilación a la vuelta de la esquina. En verano lo que se lleva son las zapatillas y se combinan incluso con vestidos cortos o largos. Para ir a la oficina son perfectas porque permiten estar cómoda todo el día. Eso sí, escoge modelos de calidad que no desentonen con el resto de tu indumentaria.

Tus imprescindibles para el invierno:

– Los jerséis de cuello vuelto. No importa si en tu trabajo hay una buena calefacción porque los hay más finos o más gruesos, pero esta prenda elegante no va a pasar nunca de moda, sobre todo cuando se escogen jerséis de muy buena calidad como los realizados con lana cachemira. Puedes usarlos con pantalones o con faldas, en cualquier caso siempre estilizan la imagen y quedan elegantes, sobre todo combinados con algún collar adecuado.

-Los botines. Ni bota ni zapato, lo ideal son los botines de diario ya que con ellos puedes salir del paso los días en los que amenaza un chaparrón y no quieres llevar botas y estarás siempre elegante y cómoda. Puedes combinarlos con prácticamente toda la ropa y los hay en diferentes altos de tacón y adaptados a cualquier estilo.

No hace mucho estaba viendo la televisión dijeron que los intolerantes a la lactosa no podían tomar leche pero sí que podían tomar otros derivados leche, eso me pareció muy extraño ya que sobreentendía que los que era intolerantes a la lactosa no podían tomar nada que viniese de la leche, pero al parecer estaba equivocado.

 

Es cierto que no te puedes creer todo lo que se ve en la televisión, pero es cierto que se pueden aprender un montón de cosas viendo la televisión. Yo personalmente siempre digo que si me hubiesen dado las clases en la televisión, tanto en el colegio como en el instituto, hubiese sacado unas notas mucho mejores de las que saqué. Ya que si veo algo en la televisión dos veces me lo aprendo de memoria, y eso es algo que no todo el mundo puede decir.

 

Pero hay que decir que no toda la televisión enseña, hay canales que no pueden enseñar nada porque tienen unas programaciones tan malas, que los programas que ponen ninguno tiene el potencial de enseñar nada. Después hay otros que por el contrario, puedes aprender de ellos cosas que nunca hubieses imaginado. Pero de donde de verdad se aprende en la tele es de los canales en los que ponen documentales. Aunque hay que decir que en muchos documentales te dan su punto de vista sobre lo que están hablando, pero seguro que hay otros documentales que tratan el mismo tema pero desde otro punto de vista. Por eso tienes que ver los dos y tener un punto de vista más global, pero no significa que uno de los dos documentales estuviese equivocado.

 

El canal con el que más aprendo es el discovery, en el cual te muestran un montón de cosas que te podrías imaginar pero que no sabías como lo hacían. Y también me gusta ver los concursos en los que hay que demostrar la inteligencia y la sabiduría que tiene cada uno de los concursantes. Es increíble lo poco que se gana en los concursos en los que hay que saber para ganar y lo mucho que pueden ganar en los que no hay que demostrar nada de sabiduría, es muy raro.

La tasación negocio es la única manera fiable de saber el valor real de una empresa o negocio dejando a un lado los aspectos subjetivos. El valor que para uno mismo tiene una empresa que tal vez ha levantado con sus manos y en la que lleva trabajando media vida no tiene por qué corresponderse con su valor real. También es normal poner en la balanza todo lo que se ha invertido a lo largo de los años sin pensar en lo que ya se ha amortizado o en que hay cosas que pueden haber perdido mucho valor.

Todo esto hace que sea muy difícil saber el precio objetivo de un negocio y, por tanto, saber cuánto pedir cuando se va a vender, llegado por ejemplo el momento de la jubilación. No deja de ser habitual que haya empresas que van bien pero que no se venden, aunque llevan mucho tiempo en el mercado porque sus dueños se empeñan en ponerles un valor muy por encima del real.

Por supuesto, tampoco es cuestión de vender las cosas por debajo de su valor y perder dinero, por eso, una empresa de tasación es la mejor solución en estos casos. Profesionales que saben qué tablas aplicar para valorar la empresa tanto por lo que valen sus bienes materiales, como por ejemplo las máquinas o los locales que posean como por lo que vale la empresa por su posición en el mercado.

Dado que los tasadores son totalmente ajenos al negocio y no tienen ningún interés en dar un valor u otro, pueden ser excelentes intermediarios en una venta, marcando el precio de referencia. Para ello, el pretendiente a comprador y el vendedor pueden elegir una empresa de tasación en la que ambos confíen y comprometerse a aceptar el importe que estos marquen.

En algunos casos, las empresas de tasación pueden encargarse también de todo lo que se refiere a la compraventa, facilitando todo el papeleo y haciendo que la transacción sea mucho más sencilla. A cambio de esto, se llevarán una comisión en la venta o cobrarán una cantidad fina previamente pactada, según hayan acordado antes de comenzar el negocio.

Las tasaciones también se realizan cuando en una sociedad uno de los socios quiere marcharse y vender su parte al resto, siendo la forma más justa de valorar ese porcentaje y de que todo el mundo pueda estar seguro de hacer un buen negocio.

Dos horas estuve buscando un recibo. ¿Cómo un banco con tantos millones de clientes puede tener una web y una app tan anticuada y poco usable? Hacía dos años que no acudía a una oficina física de un banco. No tenía necesidad de hacerlo, aunque desde la web de mi entidad, cualquier sencillo trámite me ocupaba más tiempo del deseado, pero siempre ahorraba algo si lo comparaba con acudir a la oficina. Pero por culpa de aquel dichoso recibo, y de la dichosa web, no me quedó otra opción que volver a la oficina.

Hay que reconocerle algo bueno a mi banco: tiene un montón de oficina en la ciudad… aunque cada vez menos, porque cada vez cierran más. Cuando me acerqué a la oficina ya iba un poco caliente, tengo que admitirlo. Pero la persona que me atendió allí terminó por agotar mi paciencia. Me dijo que aquello que quería no lo podía hacer en la oficina, que debía solicitarlo desde la web. Me apeteció gritar, pero preferí asentir y decir para mis adentros: hasta luego, banco de toda la vida.

Y así fue como conocí la cuenta inteligente, buscando un banco que hablase mi idioma, buscando una entidad financiera que dispusiera de un entorno digital acorde con los tiempos, una web y una app intuitivas desde la que sea fácil hacer cualquier trámite y que no obligue a sacarse  un doctorado en ingeniería informática para descargarse un mísero recibo.

Es verdad que mi nuevo banco no tiene muchas oficinas: no todo puede ser perfecto. Pero hay que reconocer que mantener una red de oficinas para un banco modesto es un gasto nunca rentable. Cada vez somos más los que usamos el móvil para la mayoría de trámites, por lo que una oficina no tiene la importancia de la época pre-smartphone.

En lo que a mí respecta, yo estoy la mar de feliz con mi cuenta inteligente. Hasta ahora no he tenido ningún problema y, además, no me cobran comisiones. Este banco sí habla mi idioma y, además, me ayuda a controlar mi economía.

En mi casa estamos pensando en hacer una pequeña reforma cocina, aunque casi la única reforma que hay que hacer es cambiar el horno, que es lo que nos está provocando los problemas, ya que la puerta no cierra del todo bien y nos está chamuscando los muebles que hay al lado del horno. Pero tenemos un pequeño problema, mi tía pretende que instalemos el horno que ella quiere y a mi madre y a mí no nos hace ninguna gracia que nadie decida nada por nosotros lo que se instala en nuestra casa, mi tía que decida lo que pone en su casa y que nos deje tranquilos, por mucho que ella se dedique a vender electrodomésticos. Tenemos que poner un nuevo horno que tenga la capacidad suficiente para hacer todos los platos que a mi madre le gusta cocinar en su horno.

 

Por el momento, creo que esa va a ser la única mejora que le vamos a hacer a nuestra cocina, ya que hace ya algunos años mi madre hizo una reforma más o menos seria para que la cocina dejase de verse como la de la serie de cuéntame. Se veía ya demasiado envejecida y desfasada a su tiempo. Pero eso sí, los antiguos muebles de aluminio siguen estando en mi casa. Ya no están en la cocina, pero mi madre los ha aprovechado para almacenar cosas en el balcón de nuestra cocina. Siempre he admirado la forma de aprovechar las cosas que tiene mi madre y en ese aspecto nos parecemos bastante. Por mi parte unos mueble a los que todavía se les puede sacar partido no los tiro, los aprovecho hasta el último suspiro. Y eso debería de hacer todo el mundo pero por lo que parece, prefieren tirar las cosas viejas y comprar otras nuevas sin pensar en el aprecio que les tenías a las viejas. Esta forma de actuar no es la correcta, con eso lo único que se consigue es aumentar el consumismo, que es precisamente lo que buscan todas las empresas que venden algo, hay que aprovechar mejor las cosas.

Mi abuelo lleva yendo al mismo hospital desde que el mundo es mundo. A pesar de que, por proximidad le tocaría otro desde hace unos años, él sigue yendo al San Carlos, porque le gusta. A mí me parece una auténtica mazmorra, tanto en su construcción como por la mayoría de la gente que lo gestiona, seres siniestros que a veces confundo con brujas, trolls y demás fauna de ultratumba.

La última vez que fui con mi abuelo al hospital era para unas pruebas para relacionadas con el  cancer de cabeza de páncreas. Según me comentó mi abuelo, este cáncer es uno de los más mortíferos (creo que dijo que el menor tasa de supervivencia tiene). Y no porque sea el peor, sino por la dificultad que existe para su detección, a menudo confundiéndose con otras dolencias menos graves. Y cuando se confirma el cáncer ya es demasiado tarde para aplicar un tratamiento efectivo.

Pero, por suerte, se están ensayando algunos métodos de diagnóstico temprano para esta clase de cánceres. Uno de los ensayos se hacía en el San Carlos y mi abuelo se sometió al mismo, recomendado por su médico. Decidí acompañarlo porque siento una especie de atracción morbosa por la mazmorra. Y no me decepcionó la experiencia.

Lo primero es que en recepción nadie sabía nada de unas pruebas de cancer de cabeza de páncreas, pero es que ni en la zona de oncología estaban al tanto. Menos mal que mi abuelo tiene recursos y conoce a casi todos los seres de ultratumba del hospital y paró a una enfermera para preguntarle por el tema. Ella nos indicó donde había que ir.

Esperamos en una sala oscura y mal ventilada. Mi abuelo tiene la paciencia el Santo Job, y no lleva WhatsApp ni nada. Pero a los 20 minutos de estar allí yo ya no sabía dónde meterme… y él impertérrito. Me dijo que para la próxima me trajera un libro porque en ese hospital lo habitual es esperar… “pero son los mejores profesionales”. Para la siguiente prueba a la que le acompañe me llevo “Guerra y paz”.

Es la pregunta que se hacen todos los pacientes que pasan por el quirófano: ¿cuándo podré comprobar los resultados liposucción? Todos quieren que estos resultados sean efectivos cuanto antes, pero hay que tener un poco de paciencia y poner de nuestra parte. La liposucción tampoco es ‘mano de santo’, sino que requiere unas precauciones por parte del paciente, siempre bajo el estricto asesoramiento de la clínica.

En relación a las precauciones que debe tener el paciente a corto plazo para que la lipo sea un éxito, es importante el reposo en los siguiente 4 o 5 días tras la intervención, además de mantener una correcta hidratación con agua y/o zumos. No se debe consumir tabaco ni alcohol durante la primera semana tras la operación y tampoco conviene aplicar ni frío ni calor a las zonas intervenidas.

Una vez pasados los primeros 7 días, el dolor va remitiendo y podremos empezar a hacer vida normal, pero es conveniente respetar algunas normas para que los resultados liposucción sean adecuados. Por ejemplo, muchos pacientes preguntan por el ejercicio físico. En una época en la que cada vez son más las personas que van al gimnasio, es aconsejable moderar el ejercicio en las primeras jornadas. Se trata de coger el ritmo poco a poco y no todo de golpe. Y para las personas que no hacían nada de deporte también es aconsejable ponerse con ello, aunque siempre a un ritmo adaptado a nuestras posibilidades.

La alimentación es el otro aspecto decisivo para conseguir una pronta recuperación de la operación. Lo ideal es seguir un plan nutricional diseñado por expertos en las primeras 10 semanas tras la liposucción. ¿Por qué es tan importante comer bien tras una operación de este tipo? Si queremos que la lipo sea efectiva debemos comer bien. No hay otra alternativa.

Otro aspecto a tener en cuenta es el cuidado de la zona que ha sido intervenida. Debemos evitar que le dé el sol en las primeras 12 semanas. Por ello, muchas personas prefieren pasar por el quirófano en los meses de invierno para no ‘perderse’ el verano. Así mismo, la higiene y los masajes también ayudarán a que la zona intervenida se recupere cuanto antes.

Cuando vuelves a casa después de varios años uno siempre se encuentra con muchas sorpresas: locales que han abierto, bares míticos que han cerrado y amigos de toda la vida que han dado un giro radical a su trabajo. Es el caso de Luis, al que yo siempre conocí detrás de la barra de uno de los bares más populares de la ciudad, que cansado de la noche decidió sacar partido a su otra afición: la cocina.

Es cierto que dar el salto de un bar de copas a un restaurante no es tan grande, pero se nota. Cuando, de casualidad, lo vi fuera de su nuevo local colocando la pizarra del menú no me lo podía creer. Sabía que había cerrado hacía un par de años su bar nocturno. Él me confirmó cuando entré a comer (había que probar su mercancía, por supuesto), que tuvo que echar el cierre porque tenía muchas pérdidas, simple y llanamente.

Así que se pasó un año dando forma a su siguiente proyecto: un pequeño restaurante casi al lado de su antiguo bar, entregado a la cocina de autor con toque asturiano, que para eso estamos en Asturias, claro… Como era muy temprano, no había clientes y me pasó a la cocina donde vi su materia prima: desde el mejor pulpo, a filetones de ternera esperando su momento para convertirse en cachopos, pasando por su querida mantequilla asturiana.

Me comentó que, por el momento, le iba muy bien y que creía haber acertado con el cambio. Nuestra generación sale menos a beber y más a comer y muchos viejos amigos de la zona sirvieron de reclamo para que en las primeras semanas se acercara mucha gente a comer. Por supuesto, no solo vale con tener muchos amigos, la comida debe estar bien, pero es un comienzo.

Me dijo que me quedara a comer y aunque era muy temprano no pude negarme. Eso sí tomé algo ligerito, un sencillo plato de influencia oriental cuyo nombre no recuerdo aunque sí sé que llevaba oricio y una salsa deliciosa con mantequilla asturiana y wasabi, un cruce de locura pero con un sabor delicioso.

Las cortinas screen son el boom de este verano. Todo el mundo las busca en las diferentes tiendas de decoración y bazares porque el boca a boca las ha convertido en la mejor alternativa cuando llega el buen tiempo. Pero, ¿qué tienen estas cortinas para convertirse en las más deseadas?

Pues la clave está en el tipo de tejido del que están hechas estas cortinas, del cual reciben su nombre. El tejido screen es muy novedoso y es el resultado de muchos trabajos de investigación para conseguir una tela inteligente capaz de dejar pasar el grado de luz deseado por el cliente pero, a la vez, proteger su casa de todo lo nocivo de los rayos del sol.

Todos sabemos que el sol tiene cosas muy buenas, como la vitamina D, pero que también tiene efectos nefastos sobre nuestra piel. Pero ya nuestras abuelas sabían que no solo actuaba sobre la piel, sino que el sol también dañaba la tela de las cortinas y los muebles y suelos de madera. Por eso, durante el verano, insistían en mantener las persianas bajas durante las horas de más sol.

Pero ya no es necesario tener la casa a oscuras para protegerla de los daños del sol porque el tejido screen tiene esa gran propiedad. Es un tejido perforado, con cientos de pequeños agujeritos por los cuales pasa la luz, pero con un tipo de tela que permite repeler lo perjudicial del sol, lo que daña muebles y tapicerías del hogar.

Pueden encontrarse diferentes tipos de tejido screen, con los agujeritos más o menos grandes en función de que se pretenda que pase más o menos luz. Por ejemplo, para un dormitorio de adultos puede elegirse un estor de tejido screen con poros bastante pequeños, ya que no es necesaria una gran cantidad de luz. Pero para la sala de estar se escogerá una tela con mayor porosidad para que, en las horas de mayor incidencia del sol, pueda aprovecharse mejor esa luz natural y se ilumine toda la casa.

¿Y qué pasa con el calor? El tejido screen también puede aislar del calor si es de muy buena calidad, pero tiene que indicarlo expresamente en sus propiedades ya que no todos lo hacen. Si no lo indica, su aislamiento será como el de cualquier otra cortina o estor del mismo grosor.

Viendo las series de la tele a menudo me pregunto quienes son los guionistas que hacen las series, porque en muchas series los guionistas son tan buenos que pueden hacer un chiste en que un cancer de colon parezca algo divertido y no la enfermedad tan seria que es. Pero hay muchos otros de otras series que no se merecen ni tan siquiera salir en la tele de lo malos que son. Por ejemplo, los guionistas de series de comedia muchas veces se tienen que buscar las habichuelas para que sus personajes sigan teniendo gracia y para que los espectadores no se cansen de ellos, y en muchos casos no lo llegan a conseguir.

¿Qué estudios hay que realizar para ser guionista? Pues a decir la verdad no se me ocurre cual puede ser la carrera que hay que estudiar para ser guionista, hasta hace muy poco creía que los guionistas debían de ser escritores o algo similar, porque más o menos es lo que hacen, solo que en lugar de escribir un libro tienen que escribir situaciones, ya sean cómicas, dramáticas o de suspense. Porque los guionistas no solamente se dedican a las series de comedia, sino que tienen que hacer guiones para toda clase de programas y no solamente de series. Aunque supongo que habrá programas de la tele que no necesiten de guiones, se dejan llevar y el programa va fluyendo según pasa el tiempo, esa clase de programas suelen ser de humor y suelen ser bastante mejores de los que son guionizados. Hacer los guiones de las series de suspense tienen más gracia desde el punto de vista del guionista, porque le presenta dos retos, que la serie sea entretenida y que el suspense sea creíble y te mantenga enganchado a la serie, lo que no es nada sencillo, dado que no a todo el mundo nos gustan las mismas cosas.

Personalmente me parece muy complicado ser guionista, sobre todo de programas diarios, en los cuales tienes que amoldarte al programa y cada día tienes que estar preparado para hacerlo lo mejor posible en el mínimo tiempo posible.