UNA NUEVA EXPERIENCIA

Hace un par de años la novia de uno de mis mejores amigos me avisó para ir con ella a trabajar en un congreso de medicina, ella iba a hacer de azafata y a mi me iba a tocar ayudar en el montaje y cargar con las cajas que las chicas no eran capaces de levantar. Al final fue un trabajo bastante sencillo, salvo cuando tuve que cargar con unas cajas que pesaban mucho. Pero por desgracia a las chicas que nos contrataron no les llegaron todas las cajas y tuvieron que ponerse en contacto con una empresa local para imprimir expositores PLV ya que era lo que contenían las cajas que no habían llegado a tiempo al congreso. Me gustó mucho esta experiencia laboral, ya que nunca había trabajado en un congreso de este estilo y aprendí bastantes cosas. Lo primero que tuvimos que hacer fue clasificar y plastificar todas las credenciales que había que repartir a los médicos asistentes del congreso. La novia de mi amigo me decía que se me daba muy bien eso, y mi respuesta fue que se me daba bien a causa de haber coleccionado tantas estampillas de fútbol cuando era un niño, para mi era como un juego y así me lo tomé.

 

Por desgracia ese trabajo solamente duró unos pocos días, pero fue una gran experiencia que no me importaría repetir en algún momento de mi vida, ya que no se cobraba nada mal y tampoco era un trabajo en el que se exigiera un trabajo físico importante.

 

Desgraciadamente esta clase de trabajos hoy en día no se pueden llevar a cabo por todo lo que conlleva la pandemia. Esas congresos ya no se pueden hacer porque no es posible mantener las distancias de seguridad de los asistentes al congreso, por lo que hasta que termine esta pandemia o haya una cura no creo que se vuelvan a hacer más congresos. Esperemos que todo esto termine pronto para que podamos volver todos a nuestras rutinas cotidianas a las que tanto estábamos acostumbrados y que de la noche a la mañana no arrebataron.